Consideraciones previas. Principales problemas que nos vamos a encontrar a la hora de intentar sentar adecuadamente a nuestro alumnado con deficiencia motórica en la silla escolar.
Una vez que tenemos el Centro Educativo adaptado y el niño con deficiencias motóricas puede acceder y movilizarse por el, la cuestión esencial es cómo va a permanecer este alumno en nuestra clase.
Ejemplificaremos las adaptaciones más comunes y nos detendremos en algunas más sofisticadas por considerar que pueden suscitar nuevas ideas para previsibles casos con los que se puedan encontrar.
CONSIDERACIONES PREVIAS.
2. Las adaptaciones deben obedecer a las necesidades de cada alumno en particular; no nos van a servir modelos estándar; hay que estudiar el caso a nivel individual y probar diferentes adaptaciones.
3. Las adaptaciones deben ser siempre las más sencillas posible; la sofisticación no solo no es más útil, sino que agrava la actitud que se adopta hacia la persona con discapacidad física y encarece el producto.
4. Hay que seguir controlando la postura que adopta el alumno aun cuando ya se hayan facilitado las adaptaciones pertinentes.
5. Hay que prever las aulas en las que van a trabajar; hay que contar con una doble adaptación de mobiliario en el Centro para evitar tener que trasladar a la alumna junto con su mesa, silla, reposapiés u otro mueble adaptado.
6. Es necesario concienciar a la Administración Educativa de la dotación de estos materiales.
PRINCIPALES PROBLEMAS QUE NOS VAMOS A ENCONTRAR A LA HORA DE INTENTAR SENTAR A NUESTRO ALUMNADO CON DEFICIENCIAS MOTÓRICAS EN LA SILLA ESCOLAR/ALTERNATIVAS.
NOS PUEDE OCURRIR:
· Que se nos resbala hacia delante: dependiendo de la gravedad del problema.
1. Disponer en el asiento y/o respaldo de la silla tiras antideslizantes o goma espuma.
2. Disponer de una cuña bajo el asiento de la silla, esto hace que el asiento quede inclinado, provocando un cierta flexión de la pelvis y elevación de las rodillas, evitando que el niño se venga hacia delante.
3. Disponer de un taco separador en el asiento; se trata de una cuña o pieza de madera o plástico duro, que forrado de hule espuma y con tela lavable, se ubica en el asiento evitando que se caiga, puesto que al irse resbalando encuentra un tope.
· Que se nos cae hacia los lados: ello suele obedecer a la falta de control del tronco, aunque también podemos encontrarnos a alumnos con serias dificultades cognitivas, que se dejen caer, pero más que por sus problemas motóricos, por desinterés y falta de motivación.
En ambos casos se recomienda la utilización se mesas de escotadura.
La escotadura debe ser realizada a la medida, bien pegada al respaldo. El tablero debe reunir unas características básicas:
1. Debe tener un borde para evitar que al niño se le caigan continuamente lo objetos.
2. Debe ser amplio (aprox. 60/90cms). Hay que prever la utilización de materiales adaptados a sus posibilidades de manipulación, ubicación de atriles, y el uso de ayudas técnicas a la comunicación, juguetes adaptados o máquinas de escribir eléctricas.
3. Disponer sobre él un hule antideslizante.
4. Pueden disponérsele sopores para que puedan asirse a ellos y controlar su postura, o manejar mejor la mano que queda independiente.
5. Prever la posibilidad de graduarle la inclinación del plano y posibilitarle una función similar a la del atril.
6. La altura de la mesa de escotadura dependerá del grado de control de tronco que tenga la persona.
· Que el alumno utiliza algún tipo de corsé que dificulta el trasvase a la silla escolar: si se trata de corsé silla, hay que averiguar si tiene o no plataforma; esta suele ser de madera y ello nos va a facilitar la adaptación. Basta con disponer de cuatro aberturas a la plataforma del corsé coincidentes con las de la silla escolar y ajustar.
Puede que el niño utilice una especie de portabebé; se suele utilizar uno conocido como “Tumble Form”. Para adaptar este a la silla escolar procederemos según los siguientes pasos:
1. Medimos la altura del asiento del Tumble Form.
2. Cortaremos esos centímetros a la patas de la silla a la que vayamos a utilizar.
3. Pasamos detrás del respaldo de la silla las bandas de sujeción con las que cuenta el corsé en sentido horizontal y vertical.
4. Y acerquemos la mesa de escotadura.
· Que el alumno debe permanecer en su silla de ruedas en el salón de clases: esta situación es frecuente en alumnos que utilizan sillas de ruedas de mando eléctrico o con quienes por su excesivo peso, dificultan el traslado a la silla escolar.
Cuando utiliza silla de ruedas con mando eléctrico hay que tener la precaución de dejar libre la zona de acción y dispositivo de dirección de la silla.
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